El trabajo de la suspensión de un coche es maximizar la fricción entre los neumáticos y la superficie de la carretera par proveer de una estabilidad en el direccionamiento y para asegurar la comodidad de los pasajeros. Si una carretera fuera perfectamente plana, lisa y con ninguna irregularidad, la suspensión no sería necesaria. El problema es que las carreteras están muy lejos de ser planas. Incluso las autopistas recientemente pavimentadas, tienen pequeñas imperfecciones que pueden interactuar con las ruedas del coche. Son estas imperfecciones las que aplican fuerza a los neumáticos.
Según las leyes de Newton sobre el movimiento, todas las fuerzas tienen tanto magnitud como dirección. Un bache en la carretera causa que la rueda se mueva hacia arriba y abajo perpendicular a la superficie de la carretera. La magnitud depende de si la rueda ha cogido un bache gigante o solo una pequeña protuberancia. De cualquiera de las maneras, la rueda del coche experimenta una aceleración vertical mientras pasa sobre una imperfección.

El estudio de las fuerzas que trabajan al moverse un coche se llama dinámica de los vehículos y se deben entender algunos de los conceptos para apreciar porque se necesita la suspensión en primer lugar. Muchos ingenieros automovilísticos consideran las dinámicas de un coche en movimiento desde dos perspectivas:
- La habilidad de un coche de salir suavemente de una carretera con muchos baches.
- La habilidad del coche la acelerar de forma segura, frenar y girar.
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